sábado, 9 de febrero de 2008


MISSING SUMMER.

WAIT ME.
Parpadeas, abres los ojos y miras, ves todo un mundo, un pequeño mundo que alcanza tu mirada, no sientes nada, porque ni siquiera te has parado a pensar lo hermoso que puede llegar a ser, entonces... vuelve a hacerlo, parpadea, abre los ojos y mira, todo ha cambiado, sientes infinidad de sensaciones porque te fijas minuciosamente en cada detalle, cierras los ojos, sientes el aire que golpea tu cara, no es incómodo, de hecho es una de las mejores sensaciones del mundo, y al volver a abrir los ojos, cada vez ves más, no te has movido del lugar pero mirar cada detalle de lo que tu mirada alcanza lleva una eternidad, no es aburrido, porque nunca te cansas de mirar, hay personas que ven el mar y tan solo ven agua, sin embargo hay otras que miran el mar y lo ven todo, no necesitan un precioso amanecer ni el beso más tierno, el mar lo es todo, como un pincel para un pintor. Hay millones de sensaciones que nunca nadie se para a pensarlas, puede que yo me pare demasiado, pero supongo que no tengo prisa, así que me gusta pararme en cada detalle. Una sala grande, vacía, solo dos personas, silencio, se oye una carcajada aglomerada que se repite en un eco que invade toda la habitación, sientes calma, te olvidas de todos y cada uno de los problemas por los que alguna vez has soltado alguna lágrima, y no piensas en nada.
Te apoyas sobre su pecho, y sientes su corazón palpitando, puedes verlo como un simple órgano que realiza su función, o como la sensación más bonita del mundo.
Hay veces que vale la pena olvidarse de los problemas por muy grandes que sean, porque aunque parezca difícil, todos y cada uno de los problemas acaban cayendo por su propio peso, y desaparecen cuando menos te lo esperas, así que de momento supongo que tendré que esperar.